martes, 20 de marzo de 2007

Mar saturnal (2do lugar)

MAR SATURNAL

Mar saturnal,
arenas,
recuerdos febriles,
quereres en vaivén de nave atormentada,
pleamar de pestañas como señuelos,
húmedo placer.
Candente ola de un amanecer lunar.


DETRÁS DE LOS CRISTALES

El viento confía en el estío medieval
de mi cansancio.
Arde en el invierno sin tregua
la madera solidaria con mis huesos
y reza conmigo la oración
sin lluvia fértil que la escuche.

Plena de pasiones vengo y plena de pasiones voy
soy viajera que busca detrás de los cristales
el reflejo de estrellas indigentes
en la vastedad del océano.

Qué importa si no contemplo la taciturna luna
ni la estrella dominante en el cielo inoportuno
si puedo, a cambio, con antorchas en mis manos,
interrogar al mar sobre el tiempo del alba y de la noche.


VINO DE LOS MARES

Un día cualquiera llega el hastío,
hiedra pegada a nuestra espalda,
guardiana fiel de la amargura,
enredadera solidaria.

Duelen las heridas;
sólo el rumor de alas en la mente
y el vino rojo de los mares
alejan la locura del instante
perdido en espirales de memoria.


LLUVIA PRIMIGENIA

Es abril y sólo abril puede saber el sabor de un beso
y el vago deseo que se insinúa en la piel
cuando la lluvia primigenia cubre el almendro
y el huele de noche hace que el viento traiga
cantos de gaviotas extraviadas, acento de trinos,
nostalgia de arena, antojo de gitanos en viaje lunar.
Es abril aunque el otoño sea.


DILUVIO

La noche llora sin cesar
anega la calma y despierta
inquietudes que alarman la fe.
Gotas de lluvia danzan como amuletos,
anuncian trofeos de pantanos.
La luna se agita con historias perdidas:
marchita el silencio,
despierta lejanos diluvios
y rescata espejos olvidados.

La noche gotea el sueño,
narra el pasado.


OASIS

Soy esa mujer:
la que surca sin miedo al castigo
horizontes prohibidos, lejanos.
Viajo sin medir el rumbo.
Llegará el momento de esparcir el llanto
y sobre mis cenizas el verde olivo.

A los antiguos retos que me visten
canto mis soledades.
Confío mis secretos a los viajeros
que como yo, llegan al oasis
y buscan higos maduros para saciar
el deseo crepitante de los sueños.
María Ella Gómez Rivero
Estos poemas obtuvieron el 2do lugar en el Sexto Concurso Interno de Poesía del Club de la Pluma del Ganso, México, 2007.

1 comentario:

J. Francisco Moreno . dijo...

Maria Ella, me gustan tus largas caminatas por el mar de tus poemas, me gusta la tranquilidad de tus lunas de agua-fuego, me gusta tu poesía. felicidades.