miércoles, 25 de abril de 2007

Tres poemas

Visita inesperada

Ayer me visitó Tiresias,
estaba ciego,
como están los hombres cuando nacen.
No me habló del futuro
ni predijo tampoco una tragedia,
no mencionó a Edipo
ni recordó la suerte de Ulises.
Me vio con su mirada ciega
y se puso a llorar como si fuera un niño.


Volverte de papel

In memoriam
a mi amado hermano Eduardo

Voy a quedarme quieta un rato,
a permanecer inmóvil,
con la mirada cerca de tus pasos:
aún me dueles.
No logro rescatarte todavía,
volverte de papel, hacerte niño,
jugar de nuevo a verte.
Voy a intentar de nueva cuenta
armar tu corazón con estos trazos,
tocar por un instante tu cuerpo lacerado,
acercarte el alivio con las manos,
rescatarte del fuego.
Voy a volverme un poco tu ceniza,
a morirme también contigo unos momentos
con los ojos abiertos
bajo el telón del mar que te cobija.
Voy a intentar acercarme otra vez
muy lentamente, con cuidado,
para no despertarte con mi llanto.


Cementerio de nubes

He abierto el libro de mis muertos:
desde el cementario blanco de las nubes
me persiguen sus ojos pálidos.
Las sombras de sus dedos se levantan.
¿Qué hacer?
La tristeza es un tronco con raíces,
he intentado anclar el llanto;
pero el alma nunca es tierra firme
me persiguen sus ecos de agua, me hundo.
Me hundo allí,
donde las sombras cansadas de su altura,
se han disuelto en transparente arroyo.
Su bautismo me quema porque sigo viva
y la charca que me separa de mis muertos
continúa impenetrable.
¡Que no corra tras ellos!, me aconsejan
y la muerte se ríe, se ríe.


Mónica Suárez.
Poemas publicados en la revista La Siega. Literatura, arte, cultura, No. 13, abril 2007, Barcelona (www.lasiega.org).

jueves, 12 de abril de 2007

Cirios celebrantes

Mis horas atraviesan el memorial de los días
son carta astral que se apostó en el tiempo
me regalan puños de alpiste y cantos de gorriones
aceras húmedas de corazones arrinconados
pasajeros que perdieron el destino de las aves
un cuenco abierto donde nacen las pasiones
una lluvia impertinente donde conjuran los cielos acerados
una casa y sus ventanas que pintan al oeste malva
aquí donde la noche templa en el fuego las caricias
aquí donde los cuerpos son cirios celebrantes
y un poema que asoma por la puerta siempre abierta.

Ma. Eugenia Rodríguez Gaitán
Poema publicado en la revista Isla Negra, No. 99, abril de 2007, Lanusei, Italia. http://isla_negra.zoomblog.com